Escuela de Dirección de Orquesta y Banda
Maestro Navarro Lara
Diploma de Licenciado en Dirección de Orquesta y en Dirección de Banda por la ABRSM
¿De verdad quieres ser Director de Orquesta o de Banda?
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El Director de Orquesta y de Banda ha de ser poseer unos grandes conocimientos musicales tanto a nivel teórico como práctico que le posibiliten transmitir a la orquesta y al público la esencia de una obra musical. Ha de saber analizar al detalle cada partitura hasta descubrir todos los misterios de la obra; también ha de poseer la capacidad de conseguir en los ensayos que la orquesta o la banda haga la música que él tiene en su mente de forma perfecta. Para esto último, el director ha de dominar no solamente la Técnica de Dirección, sino además otras técnicas de comunicación verbal y no verbal que le posibiliten un exacto entendimiento con el aparato ejecutante y especialmente también con el público; en este sentido la personalidad del director juega un papel muy importante. También es fundamental que el director conozca cómo funciona una Orquesta o una Banda tanto en lo que se refiere al conjunto como de forma individual cada instrumento; para esto el estudio y la práctica de la instrumentación es un ejercicio primordial en nuestro trabajo cotidiano. Una partitura contiene miles de signos y de anotaciones que, a modo de puzzle, el Director ha de saber encajar exactamente hasta que el rompecabezas se forme a la perfección: Cómo de rápido es allegro?, ¿Qué debe sonar en primer plano y porqué?, ¿Cómo hacer un fraseo?, ¿Cómo atacar un sonido determinado?, ¿Cómo conseguir el carácter de un determinado pasaje?, ¿Qué música se oculta detrás de los signos?, ¿Cómo equilibrar una sonoridad?, ¿Cómo conseguir la afinación adecuada en cada momento?, más allá de marcar compases, ¿Cómo ha de hacer música el Director?... Estas son algunas de los millones de preguntas a las que el Director ha de saber dar respuesta para conseguir alcanzar su objetivo primordial que no es otro sino el de alcanzar la máxima perfección en la interpretación musical de una obra determinada. Esencial resulta asimismo el conocimiento detallado del repertorio “tradicional” que va desde el Barroco hasta la música de finales del siglo XIX, además de una práctica adecuada en los nuevos lenguajes contemporáneos que en muchas ocasiones requiere el empleo de técnicas especiales. El Director ha de poseer la capacidad para conseguir de la Orquesta o de la Banda lo mejor de ellos mismos, para lo cual su carisma ha de jugar un papel fundamental. Los más amplios estudios musicales, la más depurada técnica de dirección y las mejores de las habilidades de muy poco han de servir si el Director no posee esta cualidad esencial en el arte de  la motivación de masas. Afortunadamente ya ha pasado la época en la que el Director era algo así como un gran dictador que conseguía sus objetivos por medio del miedo y de la intimidación; detrás de este despotismo se escondía en muchas ocasiones las propias inseguridades del maestro. Ahora, el Director y la Orquesta son uno y el proceso musical funciona como una gran orquesta de cámara, en la que el Director lidera y genera intenciones que la orquesta recoge y traduce de una orma única y concreta, sirviendo la misma de retroalimentación al propio Director. Todo funciona como en una partida de tenis: cada golpe depende del anterior y condiciona el siguiente. Por todo esto es de suma importancia que el Director tenga conciencia sonora eal que le permita saber cómo actuar en cada momento; ha de ser “UN PAR DE OREJAS PEGADAS AL CUERPO”, y su lema de trabajo: “OÍR”. Como hemos dicho también es necesario poseer una adecuada técnica de dirección que permita comunicarse convenientemente con el grupo. La técnica, con ligeros matices, es común para todo tipo de música y para todo tipo de agrupación musical, basta con aplicarla correctamente. No cabe duda que a dirigir se aprende dirigiendo, a componer componiendo y a orquestar orquestando, pero aquél o aquella que disponga de las nociones necesarias, y si es de una técnica elaborada y depurada mucho mejor, tendrá mucho camino recorrido. La técnica no es en sí misma un fin, sino sólo un medio para alcanzar unos determinados objetivos artísticos. No existe una única técnica verdadera, sino que los caminos pueden ser múltiples y variados: “Todo aquello que sirva para alcanzar un determinado resultado puede ser válido”, y el mejor procedimiento será aquel que nos permita alcanzarlo de la mejor forma posible. Cuando hablemos de Técnica de Dirección no sólo nos vamos a referir a los movimientos de nuestras manos sino que entenderemos por tal al Conjunto de Contenidos Conceptuales, Procedimentales, Actitudinales y Espirituales que nos posibiliten alcanzar los objetivos directoriales. Pero además de todo esto, el Director también ha de ejercer funciones de gestión y administración de forma que sus productos artísticos lleguen al público en las mejores condiciones posibles: Programar Conciertos, Invitación de solistas, establecer sesiones de ensayo, seleccionar un repertorio adecuado, “vender y gestionar su producto” en las mejores condiciones, son también tareas que le afectan directamente. En cualquier caso lo verdaderamente importante en la actividad artística es que, aunque los individuos podamos parecer casi idénticos como gotas de agua, cada ser es diferente y único, y en su propia identidad irrepetible es donde debe encontrarse la esencia misma del arte. Todos debemos aspirar a alcanzar “la perfección del círculo”; por mucho que nos esforcemos es humanamente mposible dibujar un círculo perfecto a mano alzada, pero nuestro anhelo será razarlo de forma perfecta. Todos los trazos que se desvíen de esa perfección serán los rasgos que van a determinar nuestra propia personalidad y esencia artística, los cuales forman parte esencial de la manifestación humana más pura. En este sentido, cada uno de nosotros vamos a adquirir unos determinados conocimientos y técnicas que configurarán nuestro estilo propio y personal el cual siempre ha de estar dispuesto en orden a la consecución del objetivo final que no es otro sino LA PERFECCIÓN ARTÍSTICA. P.D. Sí, yo también quiero ser Director de Orquesta
Francisco Navarro Lara Profesor Superior de Dirección de Orquesta Doctor en Ciencias sobre el Arte especialidad en Dirección Orquestal Director Titular de la Orquesta y de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva (España) Director Honorífico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Paraguay
Nuestros alumnos te cuentan su experiencia .
Testimonio de nuestros Alumnos
Alberto Correa Director de la Orquesta Filarmónica de Medellín
Juan Carlos Dos Santos Director de la Orquesta Nacional de Paraguay
Miguel Moreno Guna Director de la Banda Primitiva de Líria (Valencia)
Patricio Méndez Director Banda Sinfónica Conservatorio de México
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